sábado, 28 de agosto de 2021

La historia de mi cuerpo...

a la/s agosto 28, 2021
Hola soy Vanessa, a Blanca le dejo la parte profesional, pero Vanessa siempre ha sido mi parte más vulnerable. La primera vez que se hablo de mi cuerpo la realidad es que no lo recuerdo, lo que si recuerdo es acompañar a mi mamá al otro lado de la ciudad para ir con lo que parecía un doctor, quien le recetaba unas píldoras, tiempo después entendí que era medicamento para bajar de peso.

 La primera vez que se decidió que fuera a una nutrióloga fue cuando estaba en 2do de secundaria, al parecer estaba pasada de peso y era importante comenzar a “cuidarme”. Esta primer nutrióloga puedo decir que no tenía tanto estigma respecto a las calorías o al menos no me lo hizo saber, pues no recuerdo que me haya “prohibido” comer algo, aunque si me dio el clásico sistema de puntos, donde te daba la tabla de alimentos y la cantidad de puntos que debía comer de cada uno de ellos. Recuerdo que baje de peso pero nunca fue suficiente para estar cerca de mi peso ideal, según claro el IMC que ya conocemos cierto? . Y ahí empezó todo, no recuerdo que haya subido tanto de peso en la preparatoria, pero siempre había algún comentario de mi madre respecto a mis caderas y mis piernas, pues estas siempre han sido y seguirán siendo anchas, pero en esos momentos no lo entendía, solo quería verme bien, irónico porque hoy que veo mis fotos puedo decir que me veía muy bien en ese entonces…

 Llegue a la universidad, no tenía buenos hábitos, comía lo que se podía cuando se podía, así que en ese tiempo no preste tanta atención a mi cuerpo, usaba pants para ir a la escuela, pero no hacia nada de ejercicio, uno de mis profesores inclusive me lo cuestiono, pero supongo que de manera inconsciente quería ocultar mi cuerpo y a la vez sentirme cómoda. Llego un momento que comencé a cambiar los pants por jeans y blusas y seguramente en algún momento de esos años fui con la bariatra con la que iba mi papá.

 Mi familia somos personas de talla grande, dos de mis tías tuvieron incluso que operarse con la banda gástrica en una operación bariátrica, cambiaron muchísimo pero hoy en día siguen teniendo afectaciones, veo cada vez que “les cierran la banda” que no pueden comer aunque lo desean y lo poco que comen lo vomitan, se me hace una manera de justificar la bulimia pero “controlada”. Mi papá tiene una relación amor-odio con la comida, la ama pero los miles de médicos con los que ha ido y miles de dietas que ha hecho pues hacen que la odie, ya saben sobre todo la comida categorizada como “saludable”. Hace unos años se opero para ponerse la banda, y oh sorpresa no sirvió de nada, además de que ni se la pusieron bien, podrían decir que mi padre aprendió y lo dejo por la paz, pues no, se volvió a operar, le quitaron la banda y ahora le hicieron la manga gástrica, y saben el resultado ¿no?, por supuesto no funciono, la idea de mi padre siempre fue “podré comer lo que sea cuando sea pero esto( la banda o la manga) no me dejará seguir comiendo” pero la realidad solo vivía constantes atracones y aunque le doliera, no importaba. Desde entonces ha tenido más afectaciones pero él sigue en guerra con su cuerpo (y con el de los demás) .

 Mi mamá aunque ella no es de cuerpo muy grande, le molesta su estómago y pues ha estado en guerra con su cuerpo desde siempre, sin querer hacerlo es mi Pepe Grillo del cuerpo, es la que más me comentó que me debía esforzar, que después el metabolismo se haría lento (lo que no sabía es que era a causa del ciclo yoyo) , que lo siguiera intentando, que ella me ayudaba a cocinar mis dietas, y pues bueno mi papá también lo comentaba con ella y ella me pasaba su mensaje “tu padre solo quiere que seas feliz”, como si por el cuerpo que tenía, las piernas y caderas que tenía (que había tenido toda la vida) no podría tener la oportunidad de ser feliz porque debía ser delgada. Así que por años seguí con dietas, obviamente puedo decir que se me desarrollo el TCA de Atracones, pues antes de cada dieta comía todo aquello que no podría comer de nuevo. Siempre le temí a las pastillas, pero llego un momento de la vida que incluso las probé, las mesoterapias, los tratamientos estéticos que dolían horrores, masajes, etc. Pero mis piernas y mis caderas no disminuían, lo hacía todo mi torso, mi cara, pero no mi mayor “problema” y entonces los comentarios eran le estas echando muchas ganas, sigue así, pero pues nunca era suficiente. 

 Después me puse el implante subdérmico, si sé que no es la mejor opción pero le tengo TERROR a embarazarme y de verdad mi vida sexual era un asco porque no podía disfrutarla a pesar de tomar pastillas y usar condón, así que decidí usarlo y de repente pude tranquilizar a mi mente y poder disfrutar más mi vida sexual, pero las hormonas generaron que aumentará de peso, por lo que tuve comentarios de que estaba embarazada (lo aseguraban) o me cuestionaban el peso.

Después de tiempo decidí ir con una nutrióloga que me dijo que “llevara la dieta de carne”, si, la que conocemos como dieta keto (no sabía que era esa) y pues funciono, baje de peso, muchísimo, hasta las piernas bajaron, pero no lo suficiente como para que me dejaran en paz sobre mis piernas, pues bueno como evidentemente saben después de tiempo comencé a consumir carbohidratos y luego de tiempo ya no me importo y comí de nuevo de todo, pero luego me repetía ya estas engordando, vuelve a la dieta de carne y entonces ya no aguante tanto, hoy lo entiendo, la restricción no ayuda en nada!. Cada que iniciaba de nuevo una dieta me comía todo aquello que iba a dejar de comer.

 Luego volví a subir de peso, no tanto, mi ex jefa me recomendó una endocrinóloga buenísima que la había ayudado a bajar de peso, en ese momento pensé (ilusa de mí), iré por salud, me hice unos estudios de todo, hasta de la tiroides, y pues antes de ir con la endocrinóloga se los mostré a mi compañera doctora de la unidad móvil donde trabajábamos, al revisarlo me dijo que estaba increíble, que tenía niveles muy buenos y que estaba muy bien, hoy en día me digo, para que fui con esa endocrinóloga si estaba bien!!! Pero fui por “salud”, me checo y me dijo que estaba bien pero debíamos bajar grasa y pues que estaba bien prevenir, no era tan restrictiva, creo recordar que su método como que se acercaba a darme cuenta cuando estaba satisfecha y dejar de comer si ya no quería más, pero bueno también me mando una cosa para inyectarme (no tenía problemas de azúcar, pero me la mando para prevenir algo a futuro) y me decía que iba a inhibir el hambre, así que ahí estoy yo gastando mi dinero en un producto más. 

 En el 2019 subí de nuevo de peso, en año nuevo escuche a una influencer hablar de una persona que la ayudo a bajar de peso, de nuevo pensé “por salud” porque ya había intentado regresar al plan “de carne” pero no funcionó por el exceso de trabajo de ese año, fue uno de los años más duros para mi, mi piel lo resintió, se puso más sensible, todo por el estrés. Así que decidí ir en Enero con este nuevo señor, también había empezado a seguir a una persona que hablaba de un “Keto” pero como estilo de vida, así que decidí pues primero ir con este médico e intentarlo de nuevo “por salud”. 

 Y es aquí que en Enero del 2020 fui con este bariatra, me hizo sus estudios (además de dejarme esperando y por supuesto que la cita costaba carísimo) y cuando por fin pase con él me preguntó si yo había bajado y subido de peso constantemente (hoy sé que es el efecto yoyo… pero obviamente él no me iba a decir nada) le contesté que sí y después de enseñarme que la grasa y no sé qué más me dijo “creo que la única solución contigo sería un bypass gástrico” aun lo recuerdo, me quede en shock, sentí calor en todo mi cuerpo, estaba impactada, en ese momento tenía 20 kilos de más del “peso ideal” y me dijo que podía hacer un bypass para la cantidad de kilos que necesitaba bajar, que me mandaría luego ejercicio para que la parte de arriba no se colgará, pero quedaría guapísima. Yo quería llorar, de verdad ¿era la única solución?. Me dijo “qué prefieres estar flaca y guapa a tus 30 o gorda y con problemas de diabetes a los 40”, se levantó y trato de buscar las marcas de la resistencia a la insulina en mi cuello, algo que no tengo y obviamente en ese momento no tenia, le dije que lo pensaría, pague y me fui, mi mamá al igual que yo estaba impactada, mi papá de hecho lo considero, irónico porque sus operaciones no habían funcionado, pero pues a mí si me iba a funcionar no?.

 Les comenté de la mujer que hablaba de Keto “saludable” pues bueno fue mi opción en ese momento, tome su curso donde tendría sesiones en vivo durante todo un mes una vez a la semana, aunque ahora sé que su ideología es comer como los antepasados (ser carnívora) en ese momento ella me daba la esperanza al escucharla decir que te alimentaras mejor y que no importaba el peso, que el cuerpo sabia el peso que necesitaba, que no te enfocaras en ello, aunque hoy ya no sigo su creencia de que la única alimentación es la carne, me sentí acompañada en este shock sobre la operación y gracias a ella decidí no operarme, así que bueno, hoy sé que también esta sesgada por esto de que “debemos ser como nuestros antepasados” y esas ideas, pero la realidad es que en ese momento me ayudo.

 Meses después cuando no pude seguir su plan Keto y escuchando Se regalan dudas, escuche el capítulo ¿Qué ideas te están alimentando? Y conocí a Raquel, ya seguía a otras influencers como Maquis Camargo y también Zazil, pero me encanto Raquel y la seguí de inmediato y wow me quite la venda de los ojos y me impacto todo lo que decía, y obviamente me sentí identificada con muchas cosas que decía y desde esa fecha hasta ahora me comencé a liberar, aunque tenía un costo, subí muchísimo de peso (ahora el peso era el doble de lo que en un inicio “debía” bajar), tenía a mi familia cuestionándome todo el tiempo (aun lo hacen pero en menor medida) y pues tenía que poner límites jajaja, pero valió la pena, hoy me siento cada vez más conectada conmigo, me atreví a usar ropa que en otra época ni loca usaría, sacarme fotos fuera de mi zona de seguridad, aún estoy trabajando sobre mis señales de hambre y saciedad, pero sé que estoy en el camino. 

 Este camino ha sido duro y le pido perdón a mi cuerpo por rechazarlo tanto, sé que no es solo mi culpa y hoy lo entiendo, estoy acompañándome de mujeres increíbles que están nadando contracorriente a mi lado y se siente increíble. Gracias Blanca por empezar a estudiar esto y Gracias Vanessa por existir con el cuerpo que tienes. Si me leíste te mando un abrazo, no estamos solxs.

Recordatorio: Mi cuerpo no necesita tu opinión :P Gracias 

Atte Yop 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Hola

 

Crazy obsession Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos